Mensaje de los Obispos del Paraguay
Durante la conferencia de prensa brindada por Mons. Edmundo Valenzuela (Presidente), Mons. Ricardo Valenzuela (Vicepresidente) y Mons. Joaquin Robledo (Secretario General), esta mañana, en la Casa de Retiros “Emaús” de Luque, se dio a conocer el Mensaje final de los Obispos del Paraguay.
MENSAJE DE LOS OBISPOS DEL PARAGUAY ANTE LAS PRÓXIMAS ELECCIONES MUNICIPALES DEL 15 DE NOVIEMBRE
EXHORTACIÓN A PARTICIPAR CON EL VOTO CONSCIENTE, LIBRE Y RESPONSABLE
Desde la 207ª Asamblea Plenaria Ordinaria de la CEP, los obispos del Paraguay, alentados por las enseñanzas que nos dejó Su Santidad, el papa Francisco, en su histórica visita a nuestro país, queremos compartir con nuestro pueblo un mensaje de exhortación a la participación activa en las elecciones municipales previstas para el domingo 15 de noviembre próximo, ejerciendo su derecho al voto de forma consciente, libre y responsable.
¿POR QUÉ Y POR QUIÉNES VOTAR?
El voto no sólo es un deber, es sobre todo un derecho que tiene el ciudadano para ejercer su poder soberano de elegir a las personas que ocuparán los cargos de intendentes y concejales para el servicio al bien común de la comunidad.
Las elecciones se constituyen en la mejor oportunidad para premiar a los que con su conducta honran y sabrán honrar el cargo y “castigar” con el voto a quienes son indignos porque han traicionado la confianza de los ciudadanos, ya sea por actos inmorales e impropios, ya sea por la impudicia de sus actos, ya sea por la ineptitud e incompetencia en el ejercicio de sus funciones.
No nos dejemos guiar o convencer sólo por “los discursos grandilocuentes” cuando estamos informados que no han demostrado coherencia en sus acciones concretas y sabemos que no realizaron sus anteriores promesas electorales. A aquellos, podemos decirles: “Pero qué mentiroso que sos”. (Papa Francisco, discurso en el León Condou).
Las ambigüedades de las campañas, la maquinaria partidaria, el vicio de la compra-venta del voto, no deberían empañar ni deslegitimar la voluntad sagrada expresada en las urnas. Esta obligará a los candidatos y partidos a cumplir las promesas realizadas.
En los últimos tiempos se han publicado hechos presuntos de corrupción con fondos destinados a la educación y que administran los municipios. “La corrupción es la gangrena, es la polilla de los pueblos”, nos dijo el Santo Padre en el encuentro con la sociedad civil en el León Condou.
Exhortamos al ejercicio responsable del voto; para ello, es importante evaluar las propuestas de los candidatos, pero, sobre todo, es imprescindible considerar la honorabilidad y rectitud de su vida, demostrada en sus acciones públicas y privadas; deben ser personas reconocidas por su compromiso con la vida y la familia; por su trayectoria de trabajo solidario con el vecindario y con la comunidad; así como por el cuidado del medio ambiente.
Invitamos a votar en conciencia, sin ningún tipo de presión ni prebendas, respetando la propia dignidad que nos viene de ser hijos de Dios celosos del bien común.
A LOS CANDIDATOS
Las elecciones municipales deben constituirse también en una ocasión propicia para profundizar y consolidar nuestras instituciones democráticas.
Es necesario dar contenido sólido y frutos de bien común a los procesos electorales para que nuestra democracia no sea meramente formal, como también nos recordó el papa Francisco. La nuestra debe ser “una democracia basada en la promoción y respeto de los derechos humanos (que) nos aleja de la tentación de la democracia formal que Aparecida definía como la que se «contentaba con estar fundada en la limpieza de procesos electorales» (cf. Aparecida 74). Esa es una democracia formal. (Discurso en el Palacio de López)
Sin embargo, “la limpieza de los procesos electorales” es una condición indispensable. En este sentido, exhortamos a quienes se postulan a los cargos electivos a actuar con rectitud, a no manipular las conciencias ni las necesidades de la gente, a respetar la dignidad de los más pobres, evitando las prácticas prebendarías y clientelares.
CONCLUSIÓN
Los jóvenes estudiantes secundarios y universitarios nos han demostrado que los cambios en la sociedad paraguaya son posibles, por más difíciles que parezcan.
La ciudadanía organizada, con actitudes generosas y altruistas como la de los jóvenes, puede impulsar la transformación de nuestras instituciones políticas, sociales y económicas para lograr el bien común de la sociedad, favoreciendo sobre todo a los sectores más vulnerables.
Como pastores, nos comprometemos a estar con y en medio de nuestro pueblo, acompañando sus justas aspiraciones a una vida más digna, más plena y más feliz, guiados por las orientaciones del papa Francisco en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium y en su Carta encíclica Laudato Si.
Imploramos la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, para nuestra Iglesia y para nuestra nación paraguaya e invocamos la protección de la Santísima Virgen María.
Luque, noviembre de 2015.-
LOS OBISPOS DEL PARAGUAY