La UCV cumple diez años de voluntariado en Paraguay
«La UCV cumple diez años de voluntariado en Paraguay con ayuda directa a más de 10.000 personas»
El programa socioeducativo de voluntariado en Paraguay de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir ha celebrado este pasado verano su décima edición, y lo ha hecho con “la misma convicción y motivación que el primer año para seguir humanizando a través de la educación”, ha expresado Carlos Novella, coordinador del programa.
Lo que hace diez años comenzó como un pequeño proyecto pedagógico en el Colegio Parroquial Santa Lucía de la ciudad paraguaya de Villarica, se ha convertido hoy en un asentado programa socioeducativo basado en ponencias y cursos para profesores de distintas universidades y colegios, además de talleres para alumnos de diferentes escuelas locales.
De esta forma, a lo largo de la década, un total de 10.550 personas -entre alumnos de todos los niveles educativos, profesores, directores colegios, personal de administración y servicios, o ancianos- se han visto beneficiados por un programa en el que han participado un total de 31 estudiantes de diferentes titulaciones de la UCV, y ocho profesores de Magisterio y Bioética.
Para Novella, este programa de voluntariado “ha tenido desde el primer día el objetivo optimizar en el alumno la capacidad de reflexión, el espíritu crítico, la adaptación a los diferentes contextos, la ética personal y docente, así como la actitud vocacional, entre muchas otras; para lograr una educación integral como persona dentro del marco del humanismo cristiano católico».
«Nuestro compromiso es compartir con los niños paraguayos lo que hemos aprendido, crecer y aprender con ellos como personas humanas, acompañarles y escucharles, dejando y respetando que ellos sean los protagonistas del cambio y que, desde su cultura, tradición y costumbres, hagan propio este proceso de mejora fundamentalmente desde la educación», ha relatado Novella.
“LA PRESENCIA DE LOS VOLUNTARIOS DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALENCIA HA ABIERTO UN HORIZONTE DE ESPERANZA”
Los directores de los centros educativos en los que los profesores y estudiantes de la Universidad Católica de Valencia han realizado su voluntariado, se han querido sumar al décimo aniversario de este, y han expresado en una líneas su agradecimiento.
Así, Bruno Báez, director del Colegio parroquial Santa Lucia de Villarrica, ha querido agradecer la labor de los voluntarios que “destinan desinteresadamente su tiempo, su esfuerzo y, en definitiva, parte de su vida al servicio de los más necesitados de Villarrica”. “Hay un despertar por mejorar la práctica de la enseñanza en los docentes de Villarrica gracias a las enseñanzas que hemos recibido del profesor Carlos Novella, que con generosidad y humildad ha impartido con diferentes dinámicas”, ha añadido.
El Padre Sergio Ayala, director general de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”, se ha sumado también al agradecimiento y ha afirmado que “los diez años transcurridos evidencian el mejoramiento de la calidad de la educación impartida por esta institución”.
Por su parte, Victorio Martínez, director Colegio Salesiano Don Bosco, ha valorado “plenamente” el servicio de voluntariado de la UCV, y ha destacado que “está muy en consonancia con la misión de la escuela salesiana que es lograr la formación integral de los estudiantes”.
Por último, Gloria Domínguez, directora del Colegio Nacional Sagrado Corazón de Jesús de Itaibú, ha manifestado su agradecimiento “sincero” y ha afirmado que “la presencia de los voluntarios de la Universidad Católica de Valencia ha abierto un horizonte de esperanza en una sociedad rural como es la nuestra en la que la dejadez institucional ha hecho que la mayoría de nuestros jóvenes abandonen la educación”.
DIÓCESIS MISIONERA
Precisamente, a raiz de la Jornada Mundial de las Misiones –Domund– el cardenal arzobispo de Valencia Antonio Cañizares ha alentado a «anunciar el Evangelio a todo el mundo, ser testigo hasta los confines de la tierra de que Dios nos ama». «Es la dicha y la identidad más profunda de la Iglesia, que así cumple el mandato de su Señor. Los cristianos, en la medida en que se sienten amados por Dios, no pueden silenciar esa experiencia y se sienten enviados al mundo para testificar este amor y hacer partícipes de él a los demás hombres, en solidaridad con los sufrimientos de los más pobres y necesitados», asegura el Cardenal Cañizares en su carta semanal titulada Por una diócesis vivamente misionera.
En dicha carta, el Cardenal asegura que «la fe se fortalece dándola; cuanto más misionera sea nuestra diócesis, más firme y viva se mantendrá la fe que la anima. La generosidad misionera es garantía de fecundidad y vitalidad eclesial. Dios no se deja ganar en generosidad. Las diócesis que son generosas en personas y entrega misionera comprueban pronto cómo Dios las enriquece en todo».
Rubén Figueirido / comunicacion@ucv.es